Y nos tembló la vida mirándonos por dentro
con agitada pasión descompusimos el silencio.
La noche grillaba y las olas del mar se dormían,
mientras sus ojos me miraban, yo me estremecía.
Con sus brazos me rodeó y todo quedó en calma
eres luminosa me dijo, quisiera besar tu alma.
Su piel transparente y cálida me hizo pensar de pronto
...Hombre, te he llevado a decir a mi oído lo que no soñabas.
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