domingo, 24 de abril de 2016

Hombre de arcilla


He modelado en mi mente una figura tremenda
sacando un poquito de lo que he conocido
me imaginé teniéndolo cerca.

¡Hice un hombre de arcilla!
con la más rica tierra
con agua cristalina de un monte,
de mi querida cordillera.

Usé las gubias de mi caja
que son de madera
y un posillo pequeño
para descartar lo que queda.

Puede no tener un cuerpo armonioso
ni tanto cabello en su cabeza,
aún no pongo detalle en su piel
pero sí sus piernas son gruesas.

Sus manos son grandes
y sus brazos muy fuertes
no tienen edad calzada
para con delicadeza sostenerme. 


Su mirada es risueña
con algo de picardía
tal vez un poco coqueto
para alegrarme los días.

Su espalda es ancha
como le gustaba también a mi abuela
para darle un aceitado masaje
para gozar de su presencia.

Me he visto por la playa
observando hombres musculosos
no le he puesto esas marcas 
aunque se vería más hermoso.

Mi hombre robusto de arcilla
tiene una altura adecuada
siempre más alto que yo
para que me obligue a alzar la mirada.


No le he enseñado a llorar 
ni a sentir con el alma
no es sensible en extremo, 
pero sí volcánico con sus palabras.

Lo he vestido con clase
y jeans para las salidas,
me alentará para explorar lo que me rodea
para darle vida a mis locuras dormidas.

Sigo trabajando en este hombre
hecho de la mejor arcilla
a ratos le pongo otro detalle
para verlo vivo a mi lado un día.

Aún no le he puesto corazón
y un día terminaré de crearlo
cuando me distraiga la pasión
para verlo por ahí caminando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario