lunes, 11 de agosto de 2014

Confesiones de una mujer Escorpio


Dar a conocer un auto-análisis, para despejar dudas en los otros, cuando se es una ESCORPIO no es fácil..ni tampoco breve. Así es que si quiere saber más sobre nosotras, las mujeres escorpio, prepárese un café para acompañar la lectura.
(Si lo que digo le incomoda, véalo en plan educativo para reconocer nuestras conductas y pareceres.)

Siendo del tercer decanato del signo (del 12 al 21 de noviembre), conocido como Escorpio rojo, sumado a un ascendente Géminis (y en el horóscopo chino MONO de Tierra), da la curiosidad que calzo en todo lo que se dice de nosotras, "las mujeres escorpio", sin embargo, hago mención a ciertas diferencias, que imagino se han modificado en la madurez de los años y otros aspectos, pero muchas se mantienen inalterables.

Es cierto que somos, o más bien, soy, muy exigente con las amistades, familia y amores, sin embargo, prefiero decir que soy selectiva... al fin y al cabo, ¿Quién no lo es? 

Sin dudar también me caigo como cualquier mortal en tema de relaciones humanas. Si cometo un error con alguien, pongo mi cabeza en el cepo y lo reconozco abiertamente, valorando más si es otro el que lo hace, para reconocer una falta.

Todos nos equivocamos y en nuestra imperfección humana a veces el costalazo resuena y rompe el asfalto, pero bien, ante eso queda claro que si es con nosotras, podemos dar otra vez la mano y saludar con la educación que se nos ha dado, (manteniendo el cariño inicial, si es que la hubiere) pero vaya, a esa persona, le costará bastante volver a entrar en mi círculo y no por arrogancia, sino porque ya falló a principios fundamentales que no tranzo y valoro profundamente: Lealtad y verdad, sobre todo cuando yo me he mostrado con esas cartas. Justifico esa actitud diciendo que perdonamos rápido, pero caeremos en la desconfianza por no olvidar absolutamente nada. (Es conocido que, lamentablemente, recordamos muy bien las fechas, palabras exactas y momentos específicos cuando algo nos impacta.)

No somos de andar chismoseando (al menos yo), en lo personal, me descompone la gente que habla a espaldas de uno, yo no soy así. Si la persona no está presente, prefiero guardar silencio, pero si alguien habla mal de alguien que yo aprecio, aunque en lo privado encuentre razón, es muy cierto que me voy en la defensa de esa persona, sacaré a relucir lo mejor que veo en ella, aunque luego en silencio dude o me arrepienta. Nunca, léase bien, nunca hablaría mal de esa persona si le tengo amor. (Que para mí es lo mismo que decir cariño y aprecio, ya que nacen de este)

Si alguien habla mal de mi, antes de enfrentarlo, que no se asombre por verme caer en un selectivo silencio, no para devolver lo mismo, sino para analizar y pensar en la motivación que dio origen a sus dichos.

Si ya hemos madurado, reconoceremos que la palabra dicha o escrita tiene un poder muy fuerte en el otro, por eso buscaremos primero la reflexión para no herir, ni ofender, siendo lo más criteriosa posible.

Si hablamos de intensidad, sí, absolutamente. No se por qué, aunque soy adulta, vibro con cada cosa nueva que veo, como o me pasa, como si fuera una niña; siempre me tomo un tiempo para asimilar lo vivido (lo bueno y lo malo especialmente) y por fortuna, aún no pierdo la capacidad de asombro.

Si me siento contenta por algo, no me escucharán decir que lo estoy, muy probablemente me oirán tararear una canción por los pasillos o puede que me vean bailar mientras cocino o estoy en la sala.

Con los años me doy cuenta, para no ser evidente, que soy capaz de silenciar y ocultar mis penas con una aparente sonrisa (tal vez porque evitamos demostrar lo que nos causa dolor); también aprendí a no responder en "caliente" (como se dice en buen chileno), producto de eso, es que no respondo de inmediato, me tomo mi tiempo para pensar y responder de la mejor manera que hallo, aunque a veces, reconozco que puedo ser muy incisiva. Le temo a la ley del boomerang, ya que me consta que "todo lo que uno piensa, hace y dice" se devuelve, tarde o temprano y a veces de la peor manera.

Si hablamos de celos, mmm.. me doy cuenta que sí..soy celosa con los amigos y con los amores, pero jamás haría una escena, eso no cabe en  mi mundo, lo encuentro patético; mi forma de manifestar es más bien ignorando cuando me hablan de otra mujer. Ojalá y nunca supiera de la persona con la que se me compara. 

Lamentablemente soy de observar mucho las conductas, analizo y saco la foto de lo general a lo particular como buena escorpio, de ahí asocio, obtengo conclusiones y proyecto, pero antes busco saber por qué de un actuar. Siempre hay algo que motiva un hecho y entiendo que a veces no es lo que parece. (Por deformación profesional, supongo, me atrae la psicología y sociología por si acaso)

Si hablamos de hombres, uff.. imagino que a ninguna le agrada o aceptaría que quien la acompañe no sea cuidadoso con su aseo personal si se trata de salir juntos. Me fijo mucho en las manos y en su buen vestir a la ocasión. No buscamos tanta elegancia ( nuestra resignación viene de saber que el hombre de hoy ya se olvidó de eso), sino que sea un pooooquiiiiito más cuidadoso con su imagen y un poco de clase al hablar,  ¿Es mucho pedir? Algo que no soportamos y creo que de cualquier signo, es encontrarnos con hombres que hurgan sus dientes mientras te hablan, horroroso por decir lo menos, aunque se entienda que haya confianza.

Aunque sea por obligación, si lleva a una escorpio a un evento para acompañarlo, por favor, como caballero ofrezca su brazo para guiarla y preocúpese de ella, no la deje a la deriva. Eso se ve feo y a ella le incomodará no saber qué hacer ni a donde dirigirse por esa desconsideración. Queremos ser cuidadas, en otra palabra, protegidas.

Nos atrae el hombre que al menos se presente seguro de si mismo, de carácter fuerte, que tenga ambiciones, que se quiera proyectar en lo profesional, que sea digno de alabar en algún área, pero que no caiga en el yoyoismo, ojalá y que nos incluya hasta en sus más simples actividades y aspiraciones; eso nos hará apoyarlo y admirarlo más, viendo que nos tiene presente.

Mi atención está en los detalles que este tenga conmigo, somos y nos gusta el romanticismo por naturaleza, pero no hablo de flores, que son bonitas igual, sino esos detalles que no son comunes y escapan a lo tradicional; las flores me gustan, pero como explicarlo, depende de la ocasión también se llevan hasta el cementerio.

Como buena escorpio, un momento de felicidad para nosotras es hacer regalos a la gente que conocemos, nos gusta atender, cocinando o inventando cosas para sacar una sonrisa y dejar un bonito recuerdo; eso nos gratifica tanto como cuando recibimos (aunque eso no es muy frecuente).

Por lo general escogemos y damos lo que quisiéramos recibir para nosotras si no conocemos bien los gustos del otro. Si son objetos pequeños, lo dejaremos escondido en un lugar para ser encontrado como huevo de pascua, así es que mejor sonrían si de pronto hallan algo bajo la almohada y no pregunten ¿Qué hace esto aquí?, si saben que hay presencia escorpiona en la casa.

Sumaremos puntos positivos si se nos sorprende de igual forma cuando menos lo esperamos, que me saquen del centro con una sorpresa agradable es para estar contenta todo el día. Sorpresas como una nota o carta, la podríamos guardar por siglos, y si está escrita con afecto, de puño y letra..definitivamente, sí. jajaja. pues nadie tiene obligaciones y eso lo vemos salido del corazón.

Adoro el misterio de una sonrisa picarona, la mirada sugestiva, el roce en la mano imprevisto si viene de un hombre que me gusta, más que un objeto para guardar. Prefiero, admiro y valoro los gestos simples y el sacrificio que le ocasiona a la otra parte, como por ejemplo, el empeño que este tenga al cocinar, si también me incluye como comensal.

Sumará otros puntos a favor, si se toma el tiempo de preguntar mis preferencias o gustos si soy visita o mi parecer en lo más cotidiano; lamentablemente, restamos puntos si eso no ocurre y eso debería saberlo (además que es un modal de cortesía prehistórico), sobre todo cuando se sale a cenar o hasta para comprar algo en el supermercado si se va a compartir; no exagero. Para lograr esos puntos y otros, es muy bien habida la lectura del "Manual de Carreño". (Me parece que está on line)

Nos gusta el buen humor y la buena tertulia, nada más desestimulante que un hombre sin tema o interés por explorar la cultura; ojalá y que no se la pase pegado a la tv.

Lo menos si es que salimos en auto, aunque la tecnología abra puertas, es preocuparse por el lado del copiloto cuando una se sube... ¿Mencioné detalles? Bueno, por fortuna he conocido hombres -aunque no muchos- que aún recuerdan lo que alguna vez les enseñó su abuelita  o bien también aprendieron del Manual de Carreño.

No alabamos las imposiciones, las aceptaremos por la circunstancia,  mmm...pero dos veces mejor que no; el diálogo y los buenos acuerdos siempre van mejor ¿Cierto? Dejemos atrás el machismo extremo por favor. No nos gusta sentir que no podemos tomar decisiones que beneficien a los dos.

Somos de tener nuestro espacio, nuestro momento para el alma y la meditación. Como somos intensas, intuitivas, extremadamente sensible a las manifestaciones (palabras y actos) de otros, muy espirituales y también creemos en lo paranormal, a menudo necesitamos estar a solas para bajar las revoluciones de nuestros pensamientos y emociones nacidos de estos, así es que no se sorprenda si por momentos deseamos respirar a solas. Y como entendemos que todos necesitamos de ese espacio, no solemos invadir, al menos yo, puesto que me incomoda sentir que puedo estorbar. (Tal vez me dijeron muuucho cuando niña.. "no moleste")

Con frecuencia nos picamos el propio aguijón cuando algo sale mal. Y créame, no hay otro ser más intenso que nos condene, que nosostras mismas cuando nos ponemos a reflexionar. Nos condenamos cuando nos damos cuenta que hemos errado con otra persona. Ya sea por haber confiado demasiado, haber dado mucho cuando no se debía o por haber ocasionado malos entendidos.

No leemos la mente, pero sabemos interpretar muy bien las miradas y la energía que otro provoca en cierto momento; al menos yo lo siento y fuertemente además, en la vibración de la voz.

Es muy probable que ignoremos al que nos ha decepcionado, al menos por un tiempo, (haya sido del género femenino o masculino, conocido o familiar, da igual); el por qué está explicado más arriba, pero si hay cariño de por medio y este se mantiene, siempre estaremos dispuestas a reconciliar los sentimientos.

¿Quién quiere cargar con lo que separa? Al menos yo no. Buscaremos reconciliación con hechos, palabras y actos más dulces, con mejor disposición para hablar de lo que distancia para aclarar malos entendidos, pensando en que pueden haber siempre tres verdades, la tuya, la mía y la verdad de por medio. Pero si de la otra parte no encontramos esa voluntad, nos alejaremos otra vez y quizás por cuanto tiempo.

Nos entregamos al 1000% y necesitamos recibir al menos el 10% de ello. Parte de las necesidades del signo.

Un refuerzo positivo a nuestras acciones, es que se nos agradezcan los gestos en el momento en que damos, pasado el tiempo lo vemos como por cumplir y eso se nota demasiado.

Somos muy agradecidas de quien nos considera y por ello contará con nuestra eterna lealtad  y gratitud quien haya tenido, al menos, un gesto honesto y amable, sin doble intensión con nosotras; eso nunca lo olvidaremos. (Imagino que esto es porque no solemos recibir mucho...¿lo dije?)

Si hablamos de piel..bueno..ya todo está dicho y lo confirmo. El hombre cariñoso, preocupado, sensible y romántico nos atrae para sentirnos queridas.

Como somos de piel, parte de nuestro placer está en abrazar, mimar, acariciar y besar a nuestros familiares, amigos y qué decir cuando sentimos que nos hallamos en una relación afectiva (aunque sea temporal), pero creo que no llegaremos a ser melosas...por lo menos yo no... menos en frente de otras personas, ..quizás por pudor, quizás por un leve rechazo a mostrar lo que debe ser velado en público. De ahí que jamás, jamás debes preguntarle a una escorpio o mencionar siquiera: "por qué tanta caricia o beso", sobre todo si estás en la intimidad del cuarto con una y ella se manifiesta con un poco de romanticismo. Lo tomaremos como un agravio e incomprensión a nuestra naturaleza.
¿A quién le gusta que le coarten sus manifestaciones de afecto o alegría?

Como último detalle para el caso, una forma de mantener nuestra zona de seguridad, cuando nos vemos amenazadas por algo o por alguien, es presentarnos como rudas, frías e indiferentes, a saber, eso nos sale del alma como defensa. Luego, cuando observes eso, mejor ve y pregúntale, qué le pasó, en vez de especular o criticarla negativamente.

Emitir un juicio de valor que nace de la ignorancia, sin antes buscar la verdad, no es digno de considerarse real sino arrogancia.

Espero que hayas conocido y entendido algo más, de la mujer escorpio que podría haber llegado a tu vida. Y ya de paso, te invito a leer la Saga..jajaja..

Good luck.