martes, 2 de abril de 2013

ATONANCIA NOCTURNA



Allí donde las teclas parecían de piano,
quise tocar tu alma,
con mi mejor música.

Temblorosa,
 mis manos te escribían mi amor,
quería alegrar tu día,
quería ser tu musa.

Y hallé sonidos destemplados
a la vuelta de la esquina,
una corrección funesta, dolorosa,
a mi partitura te nacía.

Entre silencios de cuatro tiempos,
mi corazón saltaba,
nada comprendía...
...allí donde una blanca se hace negra,
con sinuosas contratiempos,
la ira te rodeaba, me hacías trizas.
¿Y yo?
 Quedé helada, ya no hablaba, ya no sonreía.

¿Qué hice de malo?, ¿Por qué no me entendías?
Las semifusas en contrapunto, no daban tregua,
¿Por qué no me querías cerca?,
¿Ni apreciabas ya mi compañía?


Derechos Reservados ©2013



No hay comentarios:

Publicar un comentario