domingo, 15 de noviembre de 2015

Libertad

El hombre nace libre, según el hombre,
pero es él mismo el que ordena las cadenas.

Le pone calzado y hebillas a los pies descalzos
aprisionando la libertad que anhela.

Subyuga sus aspiraciones a deseos mezquinos,
colocando fronteras que destierran.

No quiero ser libre si eso es lo que me espera;
el amor para el hombre libre, tristemente, ya no es tema.

Hay del Oriente y Occidente..
maldad, crueldad y desamor.

Ya miramos con pavor y en vitrina cristalina,
el destino de su propia destrucción.

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