Mi padre me dijo un día...siendo mujer, debes aprender a hacer el nudo de la corbata.
¿Para qué? le dije y este me respondió con palabras dulces y un poco más sabias, mientras me pasaba una de su ropero.
Hija, una de las cosas que a los hombres nos gusta y esperamos de una mujer, es que nos atienda y nos haga cariño.
Tal vez, no pudiendo ser tan demostrativa, tómalo como una excusa para acercarte.
Cuando rodees su cuello con tus manos, tendrás la ocasión de mirarlo a los ojos con más cariño, de hacerle una caricia en su cuello y tocar su pecho mientras le arreglas la corbata en su camisa.
Aprende a hacerlo en el mío, mientras no encuentres a quién quieras hacérselo, pues una de las cosas que más me gusta, es tenerte cerca y ver que lo haces también perfecto.
...Bueno, así es como aprendí a hacer el nudo, sin embargo, mi padre con esta reflexión, no me advirtió de algo particularmente actual... que a la mayoría de los hombres de hoy no les gusta usar esa prenda y ven extraño que una mujer la sepa anudar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario